Hace 36 lunas llenas que no me emborrachaba así
Y me siento en desequilibrio.
Si, ya sé que el drama es un alto componente en mi forma de decir las cosas, pero es que cuándo una se toma unos vinos y no está ni se siente centrada, y además es consciente de ello, ‘te deja ko’.
El alchol o alcohol ya no lo aguanto (ni se como se escribe), y es que el yo creo que tampoco me aguanta a mí.
Recuerdo cuando aterricé en Madrid, tras unos años viviendo en el extranjero y en concreto dos años de dura y profunda transformación y purificación en muchos aspectos. Mi círculo amigos más cercano tenían como propósito entre otros que me pillara un pedo. Y no de que me lo tirara.
Como algunos decían: ‘con que tengas el puntillo nos vale’.
El caso es que lo acabé haciendo, no tanto por la presión social si no porque tenia curiosidad por conocer a mis cuerpos ‘transformados’ en un ámbito distinto al que acostumbraban. Dicho de otra forma: quería ver si realmente se me desalineaban os chacras o no.
Conclusión: dos cervezas y ya estaba tumbada. Y, el caso es que algunos chacras se me alinearon mas de lo esperado.
Igual que a Juan Luis Guerra le subía la Bilirrubina le miraran o no, a mi me suben los grados que lo flip-as. Y es que, no hay forma de evitarlo.
Algunos lo achacan a la edad, pero objetivamente creo que se llama falta de práctica. ¡Pero oye! Que no se si me apetece seguir practicándolo tanto.
Ahora viene la Elena extremista: o me lo bebo todo, o no vuelvo a beber.
Una vez mi terapeuta, cuando yo andaba sanando mis relaciones parentales, me dijo que no hacia falta que todo fuera blanco o negro, que existe una escala de grises.
Y joder, tenia razón. El gris perla no me disgustaba.
Pues en ese momento donde estaba a punto de radicalizar mi vida dije: ¡STOP!
¿Porque simplemente no te tomas lo que quieras, como quieras y cuando quieras?
¿Escuchando a tus cuerpos, estado de animo y salud?
Pues así lo hice y me di cuenta de que me la traía al pairo lo que escuchaba.
Cuando te atiendes y te vuelves tu única prioridad, todo cambia y se siente distinto.
Es mas, existen hábitos que dejan de serlo automáticamente por el reemplazo con otros que te sientan divinamente.
Al pairo suena, una vez mas algo extremista por el motivo que explico a continuación.
Quiero resaltar un punto que considero importante.
Una lucha interna que he sentido durante un tiempo alargado, no solo con las bebidas sin no también con la alimentación.
Tener hábitos distintos, si acordes a tu esencia y atendiendo tus necesidades como ser humano, es muy divertido, y si además los mantienes eso te hace sentir increíblemente bien.
Sin embargo, en muchas ocasiones se puede hacer duro por como se interpreta.
Mas que duro, puede convertirse en un puto grano en el culo porque nos empeñamos en dar demasiadas explicaciones.
Y si simplemente la respuesta fuera: no quiero. No me apetece. ¿Y fuéramos inmunes a los gestos faciales y palabras del de enfrente?
Oye que sencillo seria todo.
También creo que, como diría La Vecina Rubia, siempre tiene que haber un rarito o rarita en el grupo de amigos, y si no lo hay es que eres tu.
Hablaremos de rarezas en otro momento, porque también tengo teorías sobre eso.
Todos y todas, al ser unicxs e irremplazables, tenemos rarezas. La diferencia esta en quien las quiere mostrar, y quien no. Pero habría que vernos a cada unx en la cama teniendo relaciones sexuales, o simplemente durmiendo.
El inconsciente ese activa y salen cosas interesantes.
Me he ido de tema, lo se. Pero necesitaba contextualizar un poco.
En resumidas cuentas. Considero que todxs tenemos un centro, un punto de equilibrio que nos reconecta con ese sentir puro y bienestar alineado con nuestros cuatro cuerpos.
He aprendido que dejarse llevar es una sensación brutal, que suena demasiado bien y efectivamente es fabuloso. Que fluir, como diría mi amiga Patri, es importante en la vida. ¿Fluimos?
Que la culpa no sirve de nada, sin embargo, es la consciencia y autoconocimiento de la mano de toma de decisiones acorde a nuestra esencia lo que nos puede devolver a un lugar de auto sanación. Las veces que QUERAMOS.
El dominio de la mente. La conexión con tu sentir y el interés por ser fiel a tu Esencia.
¡Ah! Otro consejo, aunque no lo hayáis pedido. No bebáis en luna llena, porque todo se revuelve tanto que os pasáis al lado de dramáticos estelares 2.0.