Pequeñas muertes
Siento que transito pequeñas muertes a diario.
Pequeñas y sutiles destrucciones de patrones, pensamientos, formas en las que pensaba que era correcto pensar, valga la redundancia.
Estamos habituados a observar y premiar los grandes cambios, las magnificas transformaciones y eventos en nuestras vidas.
Sin embargo, la muerte puede ocurrir a diario, y esto no significa que sea algo negativo.
A pesar de el contexto al que estamos acostumbrados a asociarla, la muerte no es mas que el fin de un ciclo que da inicio a algo nuevo.
Aun así, este fin, nunca es un final, si no la apertura hacia una nueva vision, entendimiento, corriente, vida, capitulo, sensación, aprendizaje.
Llamémoslo como queramos, que al final todo esto consiste en pararnos a observar, entender, aceptar y transitar, una vez mas, todo aquello que pasa por delante de nosotros.
Acontecimientos y emociones que queremos reprimir, pero que para situarse en una ansiada libertad es importante procesarlas, desgranar y abrazarlas desde la intención mas pura de sanar.
Dejarlas a un lado sin mirarlas de frente, a los ojos, no es mas que un tránsito obviado que algún día, en algún otro ciclo, volverá a ponerse ante nosotros.
Hagamos caso a estas pequeñas muertes, para dar vida a nuevas vibraciones en ti que se configuren al son de un precioso aprendizaje.